Se puede apreciar un cambio en el comportamiento de los niños, que les impide realizar algunas actividades como dormir, ya que imaginan cosas y comienzan a sentir pánico y con ellos dolores de estómago, temblores y taquicardia (cuando el corazón se acelera). Aunque muchas de estas fobias comienzan en la niñez, pueden postergarse hasta la edad adulta, afectando incluso las relaciones con otros o causando efectos negativos en el estilo de vida.
- Miedo a los payasos o coulrofobia. Temor que muchas veces está relacionado con la apariencia misma de los payasos, el aspecto colorido da una sensación de desconfianza o impresión, aunque muchos a temprana edad son fanáticos de estos personajes, otros prefieren esconderse de ellos en las fiestas infantiles o en los escenarios donde los encuentran.
- Miedo a las agujas o tripanofobia. En los menores es común que sientan temor por ir al doctor y recibir una inyección, también se relaciona con la posibilidad de sufrir heridas o cortes con estos productos punzantes y ver sangre.
- Miedo a las criaturas mitológicas o bogifobia. Es el temor que se experimenta por fantasmas, duendes y todos los seres que no son reales como el coco o monstruos imaginarios, los niños creen que pueden encontrarlos debajo de la cama, en el armario o incluso son perseguidos por ellos.
- Miedo a la oscuridad o acluofobia. Los pequeños imaginan que por la falta de luz es muy probable que puedan tener pesadillas y les resulta difícil conciliar el sueño si no está encendida una lámpara o los acompañan sus padres.
- Miedo a la escuela o didascaleinofobia. Los niños sienten ansiedad al separarse de sus padres y tener que convivir con otros niños dentro de un salón de clases. Sienten preocupación, lloran e intentan quedarse en casa, inventan escusas para evitar ir a la escuela.
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